Cabo negro: un destino poco común

La Isla de Margarita es el territorio insular más grande de Venezuela, que, junto a las islas de Coche y Cubagua conforman el estado Nueva Esparta. Yo veo a esta isla enorme, así en el mapa se vea chiquitica, no se si sea por la cantidad de playas, hoteles, posadas, restaurantes, discotecas, avenidas, carreteras, fortines, iglesias y puesticos de empanadas que me hago esa imagen de una isla inmensa llena de color o sea por otra cosa pero lo que te digo es que acá jamás te aburrirás.

   En esta isla hay muchísimas playas y entre esas está Cabo Negro, una que llamó mucho mi atención.


   Cabo Negro es una playita que indica que estás en el punto más al norte de la isla, con aguas heladas pero que puedes soportar porque en esta isla el clima es muy tropical. Para llegar a este paraíso puedes hacerlo de dos maneras. La más sencilla pero poco aventurera es agarrar un peñero en Manzanillo, una playa ubicada al norte de la isla.

   Por otro lado, existe la opción de llegar haciendo un trekking sencillo que puedes hacer de dos formas: desde Manzanillo existe un sendero del lado derecho de la playa que te llevará hasta Cabo Negro en aproximadamente cuarenta y cinco minutos y existe otro sendero que se puede realizar desde una playa llamada Puerto Real, luego de Playa El Agua, siguiendo la vía que deja ver el Hotel Portofino de color salmón. Caminando por la playa se llega hasta el final, bordeando una urbanización de casitas de color ladrillo y al final se puede ver una roca inmensa seguida de una playita mínima y otra roca más grande que deja ver un sendero. ¡Has llegado al lugar que te llevará a una alucinación de Caribe!



El camino de tierra rojiza comienza con una subida que te cansará un poquito, luego irás bordeando el mar azul intenso que se deja entrever por tunas que forman el sendero. 

El camino se vuelve más fácil y empezarás a sentir la brisa potente golpear tu cuerpo. En mi caso no podía dejar de avanzar, me detenía para realizar una que otra fotografía pero de verdad estaba sorprendido, yo diría que más de lo normal.




El camino empieza a despejarse, se pueden ver algunospitigüeyes, una especie de cactus que son redonditos, tienen una flor fucsia y una frutica de un color más intenso que se puede comer. ¡Sí! ¡Se come y sabe buenísimo!. Es la alegría de vivir en un país con tantos ecosistemas, que en este caso es de tipo xerófito y aún así te ofrece abundancia.




El camino al despejarse te mostrará el lugar, ese lugar que tanto esperabas. Está allí, ante tus ojos, el punto más al norte de esta isla tan hermosa. Es un lugar increíble. Ves dos piedras enormes al fondo con una franja de arena mínima que tiene mar de lado y lado. 




Aquí puedes quedarte a pasar todo el día. Te recomiendo que lleves mucha hidratación y alguna que otra cosa para comer. 

Este lugar a mi me gustó demasiado. Cuando fui estuve poco tiempo, dormí en la arena, me bañé en el mar que es frío pero estupendo porque cuando sales el calor no hace que te ponga la piel de gallina y me senté a admirar las dos piedras enormes de este lugar de la isla que me dejó sin palabras para describirlo como de verdad es. ¡Es que tienes que ir a verlo con tus propios ojos para que me creas!



Aquí te dejo algunos tips para hacer de tu viaje algo más sencillo:

  • Para llegar a playa Manzanillo o Puerto Real Puedes tomar un bus en el terminal de pasajeros de Porlamar que se encuentra en la calle Igualdad, cerca del cementerio y a una cuadra de la Av. Marcano en pleno centro de esta ciudad.
  • El bus te llevará por toda una avenida que conecta con callecitas hacia distintas playas como Guacuco, El Tirano, Parguito, Playa El Agua, en este orden. Al pasar estas entradas, el bus te puede dejar en la calle que conecta con el Hotel Portofino y de ahí caminar hasta la Playa Puerto Real. 
  • Para llegar a Manzanillo puedes descansar o dormir un ratico en el bus porque es la última parada. La ruta llega hasta allí y el chofer te avisará para que te bajes. 
  • Al final de la playa Puerto Real hay dos senderos, el que te comenté que está justo al final de la playa y otro que se va como hacia atrás. Si tomas el otro sendero, te encontrarás con una playa hermosísima que se llama La Propia, con arena blanquísima y un mar muy azul. Esta playa es muy solitaria.






  • Si vas en auto propio, puedes estacionarlo en una urbanización que se llama Puero Real, al final de la calle que sigue al Hotel Portofino. El vigilante se pondrá terco para dejarte pasar pero si le dices que le das algo de dinero te cuidará el carro y podrás llegar casi que hasta el final de la playa.
  • Lleva un bolso pequeño con algo de frutas, agua, gatorade y lo que quieras llevar, algún libro o una libretica para que anotes lo que se te venga a la cabeza.
  • Otra opción pero poco económica es ir en taxi desde el lugar donde estés. Recuerda que es un lugar lejano al centro de Porlamar.
  • Tráete todos tus desechos, lleva una bolsa plástica y recoge los desperdicios que los inconcientes dejan porque cada uno, aportando desde lo poco, podrá hacer de este país un lugar mejor, un lugar más humano.
Y bueno...a disfrutar de este pedacito de país que nos regala nuestra isla predilecta del Mar Caribe y si quieres dejar algún consejo si ya visitaste este lugar o quieres comentar tu experiencia no dudes en comentarlo en este post. Un abrazo y buena vibra siempre.




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